Juguetes, muñecas de trapo en manos de monstruos inseguros,
la lacra del mundo que ahora aparece a la luz.
Muertas en manos del amor, o quizás solo cifras. Cada año
mueren mujeres a manos de sus parejas, que en la mayoría de los casos, acaban
matándose presos de un pánico atroz, ironías de la vida, ellas soportan meses e
incluso años, sometidas a normativas estúpidas basadas en celos estúpidos ,ha
palizas, cambios de humor… presas de ese pánico, que ha ellos los desborda.
Vidas destrozadas por el “amor” de su vida, y entonces,
cuando creen que ya se ha acabado todo y reúnen la fuerza para huir y
denunciar, ¿Qué se encuentran esas mártires contemporáneas? , esas mujeres que
han sido anuladas no solo como mujer sino como ser humano, las cuales han
estado amenazadas durante tiempo y las cuales en muchos casos han estado unidas
por hijos los cuales han vivido el infierno de sus madres, dándose cuenta de lo
que pasaba sin entenderlo, se encuentran con leyes insuficientes y burocracias
absurdas, con la excarcelación de violadores y con penas mínimas, con recortes
que afectan asociaciones que tanto bien hacen.
Y, yo digo, para qué sirven los números de teléfonos de
emergencias y todas esas campañas, si se recortan en los refugios que son todas
estas asociaciones, de que sirve si hasta que salga el juicio ese tío va a
estar en la calle de al lado y ellas no pueden defenderse, y entonces ocurre la
tragedia, una foto como primera imagen de un
noticiario y la tan ensayada frase “ terrible acontecimiento ha sucedido
esta madrugada en un domicilio de…” y una cifra y familias destrozadas, las
banderas a media asta y entonces sí, el sujeto en la cárcel. ¿y ahora para qué?
A él le queda por delante una pena que se reducirá por buen comportamiento, a
ella el olvido de la sociedad y lo que es más injusto el de las leyes, y todo
el sufrimiento, solo, para ser una simple cifra más.
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